Abstract
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria sistémica de curso crónico, causa multifactorial y origen autoinmune. El diagnóstico y tratamiento tempranos de la AR pueden evitar o disminuir sustancialmente la progresión del daño articular en hasta el 90% de los pacientes, previniendo así una discapacidad irreversible.